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DE CUANDO FUI CONSCIENTE DE QUE MI PROPÓSITO DE VIDA SE FUE AL GARETE



Mientras cogía aliento en el coche tras salir del gimnasio me vino un pensamiento claro y limpio, de esos pensamientos en los que caes en la cuenta, es decir, te haces consciente. Miré atrás en el tiempo y recordé las ganas y el ansía que siempre he tenido de hacer algo en esta vida, de dejar huella, y también observé las líneas de acción que decidí escoger desde muy joven. Durante el tiempo que trascurrió hasta el día de hoy siempre he estado con proyectos e ideas no terminadas o no llevadas a cabo, y creía que tenía un propósito de vida auténtico, mío y con bastante tiempo para llevarlo a cabo. Sin embargo, ese propósito de vida no se culminó. ¿Por qué? ¿Qué es lo que ocurre? ¿Qué factores son los que influyen sobre el propósito de vida? ¿Qué hace sobre nuestras vidas que tengamos y que cumplamos nuestro propósito de vida? Veamos primero algunas definiciones y estudios al respecto del constructo.

Según Ryff se define como la capacidad de una persona para encontrar un sentido en sus experiencias, así como de establecer metas significativas para su vida, y Víctor Frankl lo define como una fuerza interior, la responsabilidad que la persona tiene de su existencia, el porqué de la propia existencia, el significado específico de la vida de una persona en un momento dado o lo que la vida espera de nosotros. Como dice Cotton Bronk, una vida llena de sentido. Sería lo que la cultura japonesa define como ikigai, la razón de levantarse todas las mañanas. Estas definiciones ofrecen la visión de que esta capacidad o fuerza es de suma importancia y que debe ser desarrollada y definida de manera adecuada para el bienestar y felicidad propia, mejora nuestra constitución de la identidad, y vine afectada por la personalidad. Sin ella nos veremos llenos de placeres banales y materialismo, de una frustración existencial, cómo definiría Frankl. Sin embargo no tiene porque ser negativa. Esta frustración podría significar retroceder hasta una línea base a partir de la cual reconstruir un nuevo destino.

¿Y qué componentes incluye el propósito de vida? Según Bronk: el compromiso, la orientación al self, el sentido personal que se le da y que impacta en comportamiento, pensamientos y emociones, y por último, una motivación a actuar que va más allá de nosotros mismos.

En mi caso, aunque mantuve la idea de mi propósito de vida, no mantuve el compromiso con atención, no hubo persistencia con la trayectoria y era un ir y venir de unos objetivos a otros que no hacían que se cumpliera ese propósito; además no fue un propósito bien declarado y explícito, y fue difuso e inconcreto ya que no estaba alineado con todas las facetas de mi vida.

A pesar de todo ello, aún estoy a tiempo de reformularlo. Y cualquier persona está a tiempo siempre de hacerlo. Sólo hay que hacerse una pregunta y responderla desde lo más profundo de nuestro ser: ¿Por qué? Es nuestra motivación, nuestra causa, nuestra creencia, nuestra razón para levantarnos por la mañana.

Y si tenemos un propósito de vida en el que se conjugue que nos guste lo que hacemos para cumplirlo, que seamos buenos haciéndolo y que en cierta medida nos paguen por hacerlo damos un paso importante para encontrarnos en felicidad con nosotros mismos.

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